sábado, 18 de agosto de 2012

Los Pensamientos de Dios



“«Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! Isaías 55:8-9 (NVI)



¿Podemos entender los pensamientos de Dios? ¿Lograremos algún día entender sus pensamientos conocer más de él? Por naturaleza el hombre ha combatido con Dios y por naturaleza nos resistimos a lo que no entendemos. Pero entender a Dios es tan difícil que conlleva un esfuerzo y requiere de nuestro tiempo. Si reflexionamos cuanto tiempo nos costó aprender a hablar y aprender nuestro idioma, nos damos cuenta que nos tomo anos, nos tomo esfuerzo. ¿Porque queremos que Dios nos hable y entenderle sin esfuerzo? ¿Sin pasar por un proceso de aprendizaje? Imagina que organizamos un curso de “como aprender a escuchar la voz de Dios”. Duración 2 hrs. En base a eso juzgamos y calificamos el curso. Y podemos decir no realmente fue un fraude. Ahora imagínate que organizo un curso de Francés y la duración es de 2 hrs. ¿Qué pensarías? ¿Qué me dirías?... ¡tal vez me dirías esto es ridículo!



Pero mucha gente quiere aprender a escuchar la voz de Dios de manera instantánea. ¿Ahora imagínate aprender como Dios piensa?. Tú y yo sabemos que necesitamos pasar mucho tiempo con una persona para saber cómo piensa.



Entender los pensamiento de Dios cuesta tiempo y esfuerzo. Implica conocer a Dios de cerca y no a un Dios lejano. Puedo leer mil libros de Dios y aun no conocerle.



La voz de Dios requiere explicación:



¿Alguna vez has visto una imagen que solo ves parte de ella y te imaginas el resto? Puedes ver parte de la imagen e interpretas el resto. Pero cuando ves la imagen completa te das cuenta que era algo completamente diferente. Eso es lo que significa que los pensamiento de Dios son más altos, mas grandes, el tiene otra visión.



Ahora si consideras que Dios conoce tu pasado, tu presente y tu futuro. El tiene una visión más amplia de tu vida, ahora considera que el te creo y te formo y puso características en ti desde tu nacimiento. ¿No te conocera Dios mas que tu a ti mismo?

¡Ahora considera que tú le quieres decir a Dios lo que te conviene! ¿No es ridículo? Mas sin embargo así somos los hijos de Dios, siempre diciéndole a Dios lo que nos conviene y es mejor para nosotros.



Sufrimos cuando no entendemos los pensamientos de Dios:



”Señor, tú me has examinado y me conoces; tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso. Sabes todas mis andanzas, ¡sabes todo lo que hago! Aún no tengo la palabra en la lengua, y tú, Señor, ya la conoces. Por todos lados me has rodeado; tienes puesta tu mano sobre mí. Sabiduría tan admirable está fuera de mi alcance; ¡es tan alta que no alcanzo a comprenderla!” Salmo 139:1-6



La soberbia del hombre es tal sutil, que le dice al hombre que Dios tiene el deber de explicarnos y ajustarse a nuestros pensamientos. Imagínate que yo le quiero explicar a Dios como funciona el organismo humano, la conducta, la razón de sus complejos y traumas. Imagínate que le quiero dar una enseñanza a Dios, imagínate que le quiero ensenar a Dios del universo y de la existencia del hombre.



Cada persona es llevada por Dios a un límite, donde pueda reconocer la grandeza de Dios. Pero no todos reconocen esos límites y estando en eso limites peligrosos y decisivos en la vida todavia luchan con sus propios pensamientos. Y estando en esos límites deciden vivir sus propios caminos e ideas. Es trizte pero en una ralidad.



Mucha gente le quiere decir a Dios como solucionar sus problemas y no se da cuenta que Dios lo sabe todo. ¡Pero tú me dirás: es que yo no soy un ignorante!. Delante de Dios eres un ignorante y además un soberbio. ¡Todos lo somos o lo hemos sido!



Algunos nos ha costado sufrimiento, algunos más que otros. Para darnos cuenta que la manera más fácil es depender de Dios y su completa sabiduría en lo que el formo e hizo. Decimos que somos la obra de sus manos y no nos rendimos para decirle: ¿Como manejo mi vida Señor?





Pensamientos de bien y no de mal:



“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”. Jeremías 29:11 (NVI)



”Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo”. Jeremías 29:11 Dios Habla Hoy (DHH)



“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Jeremías 29:11 (RVA60)



¡Nosotros vamos por la vida sin saber que pasará mañana, pero Dios si sabe que sucederá mañana! Como humanos caminamos veredas que creemos son las correctas, pero no sabemos el final de la vereda. Este versículo o estas palabras las escribió Jeremías de parte de Dios donde el pueblo de Israel estaba pasando por lo peor de la historia, era un tiempo de calamidad y muchos del pueblo habían sido secuestrados y llevado cautivos a Babilonia. Jeremías estaba en la cárcel y el panorama era terrible para todos en esos momentos.

Pero Dios le dice a Jeremías, yo sé porque lo hago, mis planes son de bien y no de mal. Tengo buenos planes, esto servirá para bien y no para un final malo. Imagínate a Dios decir: ¡estoy haciendo algo que ni ustedes se imaginan! ¿No nos pasa igual a nosotros y en medio de los problemotas no nos damos cuenta que son para bien?

Ahora imagínate en medio de un problema grande y que Dios te dice: ¡Estoy haciendo algo que ni siquiera te imaginas, tengo planes buenos para ti y no te das cuenta de ello! ¡Estoy haciendo algo grande con tu vida y tú crees que te quiero destruir! ¡Crees que te saco de donde estas y ahora te llevo a algo peor, estas equivocado(a), te llevo a un lugar mejor!



Mi plan es un plan perfecto que también involucra a los tuyos, a tu familia, a tu descendencia, que cambien y hagan cosas grandes.





Conclusión:

Cuando estamos convencidos de que Dios nos lleva a algo mejor dejamos de sufrir y comenzamos a disfrutar del viaje. Tal vez son cosas desagradables temporales, pero el beneficio es grande. Esta fuera del alcance de nuestra mente. Esta en los planes de Dios. Cuando alcanzas esta madurez en tu vida te das cuenta que estás más cerca de entender y de confiar plenamente en aquel que tiene un plan extraordinario de vida y lleno de un propósito. Nunca entenderemos completamente la mente de Dios, pero si aprenderemos a confiar ciegamente en aquel que todo lo dio por nosotros y que no escatimo ni a su propio hijo. Nunca conoceremos completamente los planes de Dios, pero si tenemos la seguridad y la confianza que nos hace sentir su Espíritu al caminar confiados de que somos hijos de Dios.



“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Isaías 26:3



¡Te alabamos Señor Jesus!



Bendiciones, escríbeme si te bendicen estos mensajes.

Abdiel Salas

abdielsalas@live.com

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